miércoles, 22 de febrero de 2012

Cartoon Modern


En los años 50 del siglo XX un notable grupo de artistas estadounidenses revolucionarion el mundo de la animación en su país. Dejaron atras los cánones marcados por Disney y se inspiraron en el lenguaje gráfico de las vanguardias artísticas de principios de siglo, así como en diseñadores e ilustradores contemporáneos como Jim Flora (el corto de abajo está basado en uno de sus libros) para crear una nueva forma de concebir la animación.


Durante los años 30 y 40 Disney reinaba en el mundo de la animación y su estilo, basado en personaje de formas redondeadas y que buscaba el mayor realismo posible, era imitado por el resto de compañías del sector. 

Frente a esta gráfica centrada en el personaje y las formas ovaladas, el animador de los 50 optará por formas angulosas, irregulares y darán especial predominio a líneas y contornos.

La animación, el movimiento, se tornará más estilizado e incluso abstracto llegándose hasta el concepto de animación limitada que animaba sólo unas partes del personaje dejando otras estáticas. Se abandona la perspectiva y las tres dimensiones en los fondos, el  espacio vacío gana valor frente al detalle. Colores planos y estampados se imponen a texturas, sombras y luces fotorealistas. Se muestra la técnica y  materiales (esponja, pincel...) sin pudor. El color se convierte en parte de la historia.


La entrada de la TV y las necesidades concretas de este medio frente al cine tuvo gran influencia en el desarrollo de la animación moderna. La publicidad televisada usó abundantemente la animación en aquella época y gran número de estudios se crearon a raíz de esta demanda. En su momento álgido, uno de cada cuatro anuncios era animado. El desconocimiento de las agencias de publicidad de este nuevo medio dio a los animadores más libertad creativa para poder experimentar. Las limitaciones de tiempo y color (blanco y negro) de la televisión fueron también un reto. La necesidad de simplificar el lenguaje gráfico para poder ser percibido rápidamente creó personajes con gruesos contornos, cabezas desproporcionadas y rasgos faciales acentuados.



Es a finales de los 50 y principios de los 60 cuando surgen grandes personajes como el Oso Yogui o Los Picapiedra. En este caso, las limitaciones de presupuesto fueron otro estimulo al talento de los animadores (una vez más, volvemos al concepto de animación limitada).

Fuente. Cartoon Modern de Amid Amidi. Chronicle Books. 2006. EEUU.

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